Este
barrio ecológico de la ciudad de Friburgo es el triunfo de una revolución
verde, donde todos los vecinos van a pie y en bicicleta y las casas son
100% arquitectura sostenible.
A
las afueras de la ciudad existe un lugar que se ha convertido en paraíso
ecológico, en Vauban no hay coches, nada de atascos, humos ni ruidos, un barrio
ecológico que nació de un proyecto de los 90 e hizo realidad lo que muchos
consideraban una utopía.
Unos
barracones de Hitler, hoy un ejemplo de sostenibilidad para el mundo,
donde trabajaron 60 arquitectos, con diseños ecológicos.
Si
alguien quiere tener un coche en Vauban, debe pagar 20000 euros por uno de los
dos aparcamientos situados a las afueras del vecindario, el 70% de sus
habitantes no tiene vehículo propio y el 57% lo vendió cuando se mudó al barrio
ecológico.
Calles
preparadas para pasear, únicamente se permiten vehículos de descarga de
artículos de primera necesidad, lo construido es ecológico, casas
bonitas, balcones y jardines, un remanso de paz, que sigue un esquema ecológico
y de ahorro energético.
Viviendas
a base de energía solar, la calefacción es centralizada y quema residuos
forestales, ventanas triple acristalamiento, con refrigeración que
evita utilizar el aire acondicionado.
El
agua de la ducha y el agua del fregadero se reutiliza, se filtra y se usa para
regar, no gastan toda la electricidad que producen, por lo que la venden a
compañías de energía.
El planteamiento ecológico afecta viviendas,
transportes, energía y organización social, se fomenta el desarrollo económico
local, pequeños comercios, siempre ecológico.
Aseguran
que es un lugar tranquilo y seguro, ideal para la gente joven.
Fuente: solucionesespeciales.net